viernes, 6 de mayo de 2011

Negro cielo de Mayo

Tras un largo deambular por las ya conocidas calles de mi ciudad me ocurrió algo extraño, quizás fue por un acto reflejo o quizás el instinto animal, que todos los humanos tenemos olvidados, lo provocó, pero por alguna extraña razón mire hacia el cielo, y en la negra noche vi... bueno más bien no vi casi ninguna estrella, en una ciudad veinticuatro horas iluminada es algo normal.
Pero... algo dentro de mi me dijo que eso no era natural y comencé a pensar: ¿Que ha cambiado tanto en los humanos? Somos un cáncer para la naturaleza, solo sacamos recursos de ellos sin tan siquiera preocuparnos si mañana seguirán allí los bosques de los que obtenemos madera, los bancos de peces de los que nos alimentamos e infinidad de ejemplos que os podría enumerar.

Estando por las calles vacías pensando en mis reflexiones, me tope con un grupo de delincuentes los cuales me dieron una paliza, me atracaron y me desperté días mas tarde en el hospital. Ante lo sucedido llegó mi reflexión final: No reflexiones por la calle, en la vida real hay peligros donde menos te lo esperas. Curioso, pero ya saber porque las personas no se paran durante un segundo a contemplar las estrellas, las pocas que se ven en la gran urbe.