jueves, 17 de diciembre de 2015

Al borde.

Mis piernas se balancean alegremente al borde de abismo. Estoy sentado en la cornisa del décimo piso de un edificio, mientras a mis pies se mueve la ciudad y noto como esta late, en cada semáforo en verde siento como se impulsa la vida encerrada en ataúdes de metal a lo largo de venas de asfalto.


Soy feliz, la botella y las pastillas son mis únicos amigos. Tomo una y otro trago, sonrío porque casi me siento flotar.

Papá no está, papá se fue. Mama esta sentada frente al televisor babeando sin enterarse de quien ganó Eurovisión. 

No me importa nada, nada dejo atrás. Lo que mi vida fuere o pueda ser ahora dará igual.

Me incorporo medio riendo, medio llorando. Miro al vacío, solo a unos cientos de metros está el frío y duro suelo que espero abrazar.
Solo un paso me separa del eterno sueño que anhelo.

No me atrevo, casi tengo miedo, prefiero no mirar. Solo me dejo llevar, siento que soy un pájaro que puede volar. Sonrío y salto.

Abro los ojos, el suelo esta cada vez más cerca. ¿Y mi momento a cámara lenta? ¿Y mi vida pasando como una película? Era todo mentira. No me sorprende y me da igual. ¿Qué mas da?
Para mi ya se ha acabado el mundo.

Beso el suelo a veinticinco metros por segundo.


domingo, 6 de diciembre de 2015

Me pierdo

No me hallo a mi mismo y ni mi madre, buscando, me encuentra. Ya veras como vaya yo y me pierda de nuevo. Soy el calcetín que se desempareja cuando tocan las doce y paso del vaso a la botella. 

¿Que no me entiendes? Normal, no te extrañes, si me no entiendo ni yo cuando me explico lento, pausado y despacito.
No me busques, no quiero que me encuentres, me gusta ser una sombra que cuando apagas la luz desaparece. Y te asombras de que pueda estar apoyado en la barra tan tranquilo hablando contigo y de pronto me brillen los ojos... Y ya ni de casualidad vuelves a dar conmigo.

Me gusta ser el nombre que pasa de boca en boca y luego nadie recuerda. Me gusta ser al que saludas y cuando te das la vuelta te olvidas de su cara. Me gusta presentarme dos veces, por si la primera no fue correcta.

Me gusta perderme, mi brújula no señala el norte, solo apunta a donde quiero ir. Me gusta recorrer carreteras sin mapas, volver a mi casa de casualidad y encontrarme con que ya no soy el mismo. Cada paso que doy me convierte en alguien distinto.

Me gusta la duda. El no saber que hacer. Ya me he cansado de buscar mi lugar en el mundo. Quizás no pertenezco a ningún lado porque soy de todos sitios.

lunes, 9 de noviembre de 2015

Tiempo y vida

                               “No tengo tiempo”
                                                              “¿Tienes hora?”
    “No me da tiempo”
                                                      “Aprovecha el tiempo libre que tienes”
                    “Deja de perder el tiempo”

A la mierda.
El tiempo no se tiene, el tiempo se disfruta.
Saborea cada minuto como si fuera una bocanada de aire puro.

El tiempo pasa volando, libre e indomable. El tiempo nos enterrará a todos. El tiempo no se aprovecha, no se encarcela, no se tiene. Solo los muertos son dueños de su tiempo.
El tiempo no se pierde, se encuentra en todos lados, pero nunca estará dos veces en el mismo sitio, haciendo cada momento único e irrepetible.
El tiempo no es oro, el tiempo es vida y no tiene precio.
Los relojes son cárceles de tiempo.
No hay bastantes horas que marque el minutero para controlar mí tiempo encontrado, no perdido, en los momentos únicos que no volveré a vivir.

El tiempo hace de la montaña arena, del hombre polvo, de la vida un parpadeo.

miércoles, 15 de julio de 2015

Breve reflexión de día #7

Hace tiempo que no escribo relatos, cuentos y tal... He transformado este amalgama de historias en un pequeño rincón donde expresar lo que pienso. Estas breves reflexiones están ganando terreno en el blog. ¿Eso es bueno? Supongo que si, que esta evolucionando. Este blog siempre ha sido cambiante y si buscáis rectitud y orden estáis en el sitio menos indicado.
¿De que vengo a hablar hoy? Casi que no lo se, medio improviso estas reflexiones en el momento. Tengo una idea en la mente: Soy imperfecto.

Yo soy imperfecto, tú eres imperfecto. El ser humano es imperfecto, nos equivocamos constantemente y nos consolamos con aprender de los errores; nuestra habilidad única en la naturaleza de caer cien veces con la misma piedra y culpar a la piedra es digna de mencionar.
Buscar la perfección solo nos hace seres vacíos, buscamos metas que nunca conseguiremos. Soñamos.
No busquéis ser perfectos, la perfección no es más que una ilusión creada por nuestra egoista necesidad de destacar. No existe la autosuperación, solo es la excusa para justificar nuestro afán por ser mejor que el resto y ademas parecer humildes.
Estamos influenciados por la sociedad del éxito, el sueño de todos es que le toque la lotería, ascender en su trabajo, etc. Nadie sueña con una vida sencilla, porque nos han enseñado que la sencillez nos hace menos especiales, y eso no le gusta nada a nuestro ego.


Simplemente aceptad vuestra imperfección, es lo que sois, asumidlo. Somos seres perfectamente imperfectos y son nuestras imperfecciones las que nos hacen únicos, pero no lo apreciamos.
Aceptad vuestras mierdas, adaptaros a vuestros defectos ya que son lo que os definen.


¿Eres demasiado salido? Métete al mundo del porno.
¿Mentiroso compulsivo? La política es tu sitio.

¿Odias al mundo? Bienvenido al club, métete a artista y desahógate con el arte.
¿Siempre te han dicho que estas en las nubes? ¿Que tienes demasiado imaginación? Escribe.

¿Odias tu cuerpo? Tatuate, recuerda que no existen lienzos feos para los que saben ver.
¿Tienes miedo a relacionarte? Es normal, no te sobresfuerces, las redes sociales ayudan mucho en eso.

¿Odias sentirte invisible a los ojos de los demás? Hazte carterista y no te quitaran el ojo de encima.

Haz de tus defectos tus habilidades, pero joder, lo más importante: ¿Estas triste? Sonríe y que les jodan.

lunes, 25 de mayo de 2015

Breve reflexión del día #6

Hoy estaba pensando ¿qué aporta Internet a nuestras vidas? ¿Cómo nos afecta? Pues bien, no pude evitar pensar en como afecta a la vida en pareja, no he podido evitar pensar en todos esos amigos que prefieren cortar por Whatsapp o Facebook porque "es más rápido". No hablo de típicas peleas de novios, hablo de cortar de verdad para empezar a ligarse a otras. Si, esa clase de amigos tengo yo, pero en el fondo son buenos chavales... creo.

Sinceramente, Internet esta jodiendo las relaciones, tanto en el ámbito romántico como en el sexual. ¿Cuántas parejas han peleado por la mala compresión que ofrecen las letras de una pantalla? Si suprimimos el lenguaje corporal de una conversación esta quedará vacía, superflua, y los emojis no aportan gran cosa.
Se pierde el romanticismo de un cruce de miradas si se habla por Skype, se pierde el calor humano de un beso robado o un abrazo largo. Además es muy fácil escribir "te quiero" o "te amo", pero es muy difícil decirlo con sinceridad, y eso es lo bonito, la dificultad con la que la lengua maneja las palabras.
Si quieres enamorar a una chica, usa tu lengua para algo más que para comerle el coño. Se creativo joder, disfruta de la compañía ajena sin necesidad de estar enganchado a Instagram o al grupo coñazo de Whatsapp, si levantas la mirada de tu smartphone veras todo un mundo real con los mejores gráficos posibles.
Disfruta de una conversación que no quede registrada en la base de datos de Facebook, que solo quede guardada en la memoria de los participantes. Usa tus dedos para algo más que para lanzar pájaros en el Angrybirds, usa tu imaginación, ¡joder!

Por otra parte, Internet no solo ha simplificado hasta lo absurdo el romanticismo. También ha complicado el sexo, la facilidad y cantidad de pornografía en Internet hace que los chavales la consuman desde jóvenes dejando poco que descubrir por sus propias experiencias.
Atención, SPOILER (o como sugiere el corrector: "níspero"), la vida no se parece nada a una película porno, asumidlo.
Luego se darán cuenta de que sus parejas no son tan aficionadas al squirting ni que sus suegras puedan ser unas autenticas MILF.
Por otra parte se rompen la concepción del sexo como un tabú social, algo bueno. Ya no te asombraras al ver un coño por primera vez (en la vida real me refiero), incluso sabrás que hacer con él (o deberíais si no sois de los que os veis el principio y el final de los vídeos) pero te darás cuenta que no hay solo un tipo de conejo, amigo, hay más variedad que en tu pagina porno favorita.
Y por mucho bien que haga la pornografía a la hora de aprender del sexo, salid de ahí, tomaoslo solo como un tutorial joder, la vida tiene mejor iluminación que las películas de Torbe, de verdad.

domingo, 24 de mayo de 2015

Breve reflexión del día #5

En esta reflexión, número 5 (o eso creo), vengo a hablaros de algo que me trae de cabeza desde hace tiempo.
Voy a hablaros sobre las películas y como estas han afectado a la sociedad. En los países que gozan de cierta libertad ha surgido un problema referente a lo que nos han enseñado las películas, hablo desde mi experiencia cuando digo que Hollywood nos ha jodido nuestra vida cotidiana.


Empecemos con un pequeño cliché en las películas de romance y comedia-romántica, el tópico del sexo matinal. 
Las películas de Hollywood han popularizado que el polvo de buenos días es el mejor. Claro, en las películas con esas sabanas estratégicamente colocadas, los dos en una postura cómoda y levantándose con toda la energía del mundo.
Todo una gran mentira.
Por la mañana, entre las sabanas atándote las piernas impidiendo moverte con facilidad, el modo "zombie" hasta que desayunas algo, las ganas de ir al baño, el amargo olor a estomago cerrado que sale de la boca por las mañanas y despertarse con dolores por todo el cuerpo al haber compartido con otra persona, que probablemente se mueva de noche, una cama de 1'50 hace del polvo mañanero una locura.
12 de cada 8 polvos mañaneros acaban en fracaso, por culpa de las películas y su insana costumbre de pintarnos los tópicos más ideales como algo posible.


Y siguiendo la linea de las mentiras de las películas románticas, vamos a las bañeras. Esos baños donde el agua siempre esta a la temperatura idónea, con esas velas estratégicamente colocadas para dar una luminosidad seductora y romántica, y dos personas metidas en la bañera.
Sinceramente a no ser que tengas una bañera que mantenga la temperatura y del tamaño de una cama eso no es posible. Lo más probable es que estés en una bañera de 1 metro de largo por medio metro de ancho, con cuatro velas que iluminan un carajo y estarás en una postura incomoda al compartir ese espacio reducido con otra persona, de las cuales una de ellas estará clavándose el grifo en la espalda, sin contar con que ya de por si las bañeras son superficies duras en las que no puedes estar más de diez minutos sin notar el culo entumecido.
Ademas de que tu primera reacción al entrar en la bañera, nada más meter un pie, sera algo así como "¡Coño, quema!", y después de media hora en una postura incomoda, clavándote un grifo en la espalda y con el culo entumecido te darás cuenta de que el agua ya esta fría, y si tienes la magnifica idea de poner más agua caliente sera algo más bien poco favorable para el que este clavándose el grifo.
Otra locura impuesta por los clichés de las películas americanas.


Ahora pasemos a una escena que se suele dar en las películas de institutos de adolescentes que parecen tener edad suficiente como para estar casados y con hijos. Hablo de la escena del partido de baloncesto, fútbol, rugby... lo que sea, donde en el último segundo marca el punto que hace ganar a su equipo, pasando de ser un joven ignorando a el triunfador del colegio.
¿Cuantos jóvenes habrán soñado en dar ese paso a través de una escena parecida? Lo más probable es que te pongas nervioso al tener la oportunidad de marcar el punto de diferencia en un tiempo limitado y falles. Pasando de ser el joven ignorado que no destacaba al joven odiado por su equipo.

En conclusión, las películas han jodido nuestro arquetipo de vida, tratamos de cumplir esos tópicos impuestos por la industria de Hollywood. ¿Y como acabamos? En fracaso. Como estos hay miles de ejemplos más. 

Y con esto me despido, un saludo y que la Fuerza os acompañe.

martes, 19 de mayo de 2015

Prados de mierdas y lluvias de barro.

Como ya dije hace tiempo, estaba metido en un proyecto que iba a compartir con vosotros. Y aquí está:


Prados de mierdas y lluvias de barro:


https://mega.co.nz/#!PwYS3BSD!K0FXACilY5XBWZexGETGSs35TTEgrBFk4Z6xVoXuK48



Es simplemente una recopilación de textos (microrrelatos, frases, confesiones... etc) esta algo desordenada, como mi cabeza. Para uso y disfrute de los que se pasan por aquí a leer lo que escribo. Espero que os guste.

miércoles, 13 de mayo de 2015

¡A tomar por culo!

Si, he vuelto. 

He vuelto porque esta noche no se que es lo que tiene que me trae inspirado, en este caso de mala manera. Lo que os traigo esta noche no es una historia, relato, poesía ni nada; esta noche lo que os traigo es un llamamiento a la cordura.

Desde hace tiempo (mucho, pero que mucho tiempo) estoy viendo como la sociedad se degenera por momentos. Estoy viendo como cada generación de chavales es más hueca y plástica que la anterior. ¿Qué mierda tienen esos chavales en la cabeza para actuar tan "guays"?
Hace poco fue la feria de mi pueblo y en cierta caseta-discoteca no dejaban entrar a menores (en principio porque al final entraron todos los que quisieron). Hasta aquí todo bien.
El colmo fue cuando estos chavales de ¿catorce? ¿quince años? se indignaban de que les pidiesen el DNI para entrar, no digo que se quejasen como todos nos hemos quejado cuando nos quedábamos en la puerta de un garito, lo que digo es que estaban indignados hasta tal punto que llamaron a la policía tratando de cerrar dicha caseta poniendole 20 mil excusas. La cuestion era "si no entro yo, no entra nadie".
Estos chavales están malcriados... ¡Seguro que la culpa es de los videojuegos!

¿Qué pasa? ¿Qué en casa les han dado todo en bandeja de plata, le han dado todo lo que han pedido al momento y ahora no saben aceptar un NO como respuesta?

Padres, educar no es darle a vuestro hijo todo lo que os pida y caerles bien. Educar es que te diga "te odio" tantas veces como hagan falta para llevarlo por el camino correcto, para que sea mejor persona que tu en todos los sentidos.

Y hablando de no saber aceptar un "no" como respuesta, cada vez es mas común ver ciertas discusiones y debates sobre como "deben ir vestidas las mujeres". Posturas "feminazis" culpando a los hombres, posturas "machirulas" culpando a las mujeres.
Un pequeño dato, todos somos personas, dejad de dividid a la sociedad en bandos.
Que cada cual se vista como quiera y se acabó, si no te gusta no mires. 

Y ya que estamos con el tema de la ropa y las mujeres... ¿Qué mierda de razonamiento es justificar una violación con la frase "es que iba vestida de esa manera y sola por la calle"? ¿Pero qué carajo os pasa en el cerebro? ¿Ahora mis amigas van a tener que montar una milicia e ir en grupos para no ser asaltadas o que carajo pasa? ¿Van a tener que ir con un traje de neopreno y chaquetones en pleno Agosto para no enseñar cacho?
Señores, yo no se como estará la cosa por el norte, pero aquí en el Sur con el calor que hace en verano me parece de lo mas normal que las chiquillas se pongan "ligeritas". Joder como si quieren ir en bikini por la calle, en Miami lo hacen, pero aquí te multan por eso. Claro, lo hacen por tu "seguridad" (Ja-ja. Qué chiste ¿eh?)

Llamadme loco, pero se me ocurre una propuesta: ¿Y si en lugar de enseñarles a las niñas como evitar ser violadas, les enseñamos a los niños que la violación no es una opción?
Padres, educad a vuestros hijos, no le premiéis innecesariamente. No creéis personas vacías y carnales. Enseñadle valores, enseñadle que todos somos iguales, enseñadle la libertad, pero sobretodo: Enseñadle que no significa no. No les enseñéis a ser sumisos, a que sean controlados. Simplemente enseñadles a respetar la libertad de los demás.


Para dejar clara mi postura en todos estos aspectos sociales, para que no me situéis en ningún bando equivocadamente ya os lo dejo claro yo.

Ni soy feminista, ni soy machista, ni ostias. Como mucho me podríais catalogar en el cada vez más numeroso grupo de los misántropos.
Porque cada vez hay mas razones para odiar a la humanidad, cada vez la sociedad da mas razones para vomitar. 

El mundo se va a la mierda. Y la culpa es de los que se quedan sentados en el sofá, mirando la televisión, observando como el mundo se va a tomar por culo como algo lejano, algo que no les afecta.
Creedme, todos estamos en el mismo barco y se esta hundiendo.

Dejaos de tonterías y comenzad a achicar agua.

lunes, 11 de mayo de 2015

Otro trozo de "Prados de mierda y lluvias de barro"

Se que es difícil de creer pero tengo una vida. Ya, yo tampoco me lo creo. Pero si, últimamente estoy algo ocupado y tengo esto algo abandonado, y sinceramente me da pena porque se que hay ciertas personas que me siguen y de alguna extraña manera les gusta lo que escribo.

Como ya os dije estoy escribiendo un libro recopilatorio de fragmentos absurdos de mi mente. Un montón de escritos inconexos y raros. De modo que para no dejaros tan abandonados y a la desesperada por leer algo nuevo, aquí os dejo otro trozo de este extraño libro que estoy creando.



XXIII


Para conseguir lo que quieres, para cumplir tus sueños, a veces hay que pararse y mirar atrás, pensar y decidir.
Muchas veces sentirás que no puedes avanzar, que no eres capaz de seguir adelante.
No te preguntes si puedes o no puedes hacerlo. La verdadera pregunta que debes hacerte para cumplir tus sueños es…

¿Te atreves?

viernes, 24 de abril de 2015

Hoy estoy sentimental... creo.

Hoy me siento sentimental, así que os voy a brindar un adelanto de mi próximo libro (será digital y gratuito. Algo mio para vosotros, directamente) básicamente se tratara de una recopilación de escritos extraños, poemas, sinsentidos y sandeces varias que generalmente escribo de noche, solo por el placer de plasmar un pensamiento (aunque sea de manera extravagante) en palabras.
Este libro lo titularé "Prados de mierdas y lluvias de barro" 

Y no, no tengo ni idea de cuando lo publicaré. Quizás cuando me aburra de escribir tantas sandeces o, simplemente, cuando sienta que está listo para ser leído. Claramente encontrareis textos muy parecidos a los de este blog, pero desde mi punto de vista mejorados.

Y sin más preámbulos os dejo aquí uno de esos escritos, uno breve, de una noche que me sentía... sentimental. Como hoy.




IX
Jacinto Benavente dijo una vez
“En asuntos de amor, los locos son los que tienen más experiencia…”
Entonces creedme cuando os digo que he meditado largamente en mi locura y he pensado que:

Hay al menos 7 formas de decir “te amo”
Diciéndoselo
Gritándoselo
Escribiéndoselo
Susurrándoselo
Besándoselo
Sonriéndoselo

Pero sin duda la más eficiente de todas las formas es:

Demostrándoselo



lunes, 13 de abril de 2015

Mi primer reportaje publicado

Bueno creo que debería tener un lugar en mi blog este pequeño logro, que te publiquen un reportaje (en este caso del Salón Manga de Jerez) en un periódico, aun que solo seas colaborador y no te paguen es un gran avance.
¡Así que os dejo aquí la dirección del reportaje! Espero que os guste.

http://elpuertoactualidad.es/?p=120866

jueves, 9 de abril de 2015

Buenas noticias!

He de admitir que esta noticia me ha alegrado el día, ya que no hay nada más placentero para alguien que escribe que ver una aportación suya publicada en Internet.
En principio jamás pensé que sería aceptada. Pero ya veis.

La revista "Las 4 Estaciones" de La Esfera Cultural (la cual podéis leer on-line aqui: http://es.calameo.com/read/00080718019bd660d2450?authid=Kjev6dF0GizB O comprar en papel por 13'50€ aqui: http://www.laesferacultural.com/las-4-estaciones/) ha publicado una aportación mía. Y no, no recibo nada si compráis la revista, pero así ayudáis a la pagina web en parte. (Sinceramente yo dudo que la compre)

Es poco, pasa desapercibido, esta casi al final de la revista (página 73) pero en el fondo me siento realizado.




Perdón por la mala calidad de la imagen*

miércoles, 1 de abril de 2015

Breve reflexión del día #4

Siempre he sentido cierta atracción hacia el arte, sobre todo la fotografía. Creo que se debe a su estática, inmortalizar momentos; el tiempo es como un río que fluye, lo que vivimos no vuelve a repetirse, "nunca te bañaras dos veces en el mismo río" dijo Heráclito y cuanta razón tenía.
Pero fotografiar esos instantes irrepetibles le da cierta estabilidad a la realidad. La belleza es perecedera, todo se marchita y muere, a pesar de que mi visión de la belleza puede o no ser la misma que la de los demás admito que una fotografía plasma en el tiempo esa belleza, volviéndola inmortal e imperecedera.


Hablando de esto de la estática y la belleza en la fotografía: Nunca, en toda mi vida, he conocido a alguien que haya empezado a interesarse por la fotografía y no haya capturado con su cámara una flor nada más empezar.
¿Por qué esa atracción por las flores cuando tienes una cámara entre las manos? ¿Por que sera? ¿Sera porque al igual que la belleza del ser humano, la flor se marchita? Quizás mañana cuando vuelvas a verla ya no esta, quizás este alicaída o sus pétalos marchitos adornen sus raíces como los pies de una mujer, su vestido, al desvestirse.

¿Qué significa inmortalizar un instante? Lo más obvio para la mayoría sería inmortalizar un momento feliz, un beso con tu pareja, un lugar nuevo que visitas, una reunión con tus amigos... Pero es mucho más que eso, la fotografía puede inmortalizar instantes irrepetibles, como el vuelo de un pájaro que quizás no vuelva a volar, las olas del mar que no mojaran dos veces la misma arena, el paso del tiempo.

Por otra parte el dicho "una imagen vale más que mil palabras" no lo considero del todo cierto, ya que unas pocas palabras bien elegidas pueden expresar un concepto que ni mil fotografías podrían hacer entender.

Otra cosa que me espina de la fotografía es el precio desmesurado de los materiales necesarios para crear este arte. El artista se morirá de hambre, pero desde luego sus materiales no son baratos. Quizás por eso se le de tanta importancia al precio de la cámara, ya que se piensa que cuanto más caro más buena es y por lo tanto mejores fotografías puedes hacer... Falso! Una falacia como un falo del tamaño de un faro, un artista puede hacer arte con los materiales más toscos, un artista trabaja con su mente primero, luego con sus manos (o cámara en este caso)

Y analizando todos estos detalles, que deberían hacer a los artistas más humildes y escasos, alguien podría explicarme: ¿POR QUÉ COJONES HAY TANTO/A NIÑATO/A DICIENDO SER "FOTÓGRAFO/A" EN INTERNET PORTANDO UNA CÁMARA MAS CARA QUE TODOS LOS LIBROS QUE POSEO JUNTOS HACIÉNDOSE FOTOS EN EL ESPEJO? ¿EN SERIO? ¿SELFIES Y FOTOS EN EL BAÑO CON UNA JODIDA REFLEX? 

Y ya me rematan los más "humildes" que se definen como "intento de fotógrafo/a"

Que paséis una buena Semana Santa, creyentes o no es una semana de descanso... para algunos. Hablando de la Semana Santa, no, no voy a hacer una <<Breve reflexión>> sobre mi opinión de esta fiesta, mi postura atea esta más que corroborada, estoy cansado de hablar sobre la Iglesia. 

I Concurso de Microrrelatos #MicroOlorALibro

Os presento el relato ganador del

I Concurso de Microrrelatos #MicroOlorALibro




"Era el aire de la primavera lo que ella llevaba en los ojos, pero en ellos llovía como en un eterno invierno"





Felicidades a la ganadora @patriciaalonso

martes, 24 de marzo de 2015

Breve reflexión del día #3

Voy a aparcar el blog durante una temporada. Voy a dejar de lado los relatos un tiempo. Quizás de vez en cuando, para desahogarme, publique una de estas breves reflexiones.
Y esto tiene un motivo, claro está. Yo (como tantos otros) estoy sufriendo una época de vacío existencial, y no es extraño. La inspiración se va, los problemas se acumulan y las dudas te asolan.
Soy de una generación que ha sido criada en una sociedad “sin problemas”. Yo crecí a la vez que la burbuja inmobiliaria, una época de bien para la clase obrera, una época en la que los Reyes Magos te traían lo que pedías (normalmente, en mi caso se solían equivocar en ciertos detalles), pero a fin de cuentas teníamos regalos. Salíamos todos los fines de semana, la clase media-baja era algo más apoderada y feliz.
¿Y qué pasó? La burbuja explotó y seguimos creciendo en un ambiente de crisis al que no estábamos acostumbrados.
Todos nuestros planes se basaban en estudiar una carrera y conseguir el trabajo de nuestros sueños. Ahora cada vez somos menos los que podemos permitirnos estudiar en la universidad.
Nuestros planes se han roto. Ya no sabemos qué hacer con nuestras vidas, no sabemos darle un significado.
Los más avispados y valientes se han marchado fuera del país en busca de una mejor vida. Pero los que no podemos (o no tenemos le valor) de hacerlo seguimos aquí, enfrascados en nuestro vacío existencial.
Ahora que la imposibilidad de cumplir nuestros objetivos y que no puedes trabajar tan fácilmente, como podías hacer antes si las cosas se te torcían, es algo tan real que nos hemos dado cuenta de lo inútiles y vacíos que estamos. Nuestra existencia ha perdido parte de su sentido.

¿La solución? Ojala la supiera, ojala a todos los que pasáis una racha de vacío existencial y que no sabéis que hacer con vuestras vidas os pudiera decir “haced esto”. Pero yo no tengo la solución, lo único que nos queda es seguir adelante y buscar nuestro lugar en el mundo. Todos tenemos un lugar y una razón… Solo es cuestión de dejar de centrarse en lo que no podemos hacer y buscar la manera de hacer lo que podemos hacer.

No os preocupéis si estáis pasando una mala racha. Yo tampoco tengo claro que hacer con mi vida, ni cuál es mi lugar.

jueves, 19 de marzo de 2015

A cámara lenta

Si hay algo seguro en esta vida es que nada es eterno. Todo acaba, todo muere.
Recuerdo mi primera novia “formal”, recuerdo los años que pasamos juntos y recuerdo el día que decidí cortar con ella.
¿Por qué? Pues porque sentía que la retenía, sentía que por mi culpa ella estaba estancada. Ella debía viajar y conocer el mundo, yo era como una ciénaga que la atrapaba y la enterraba cada vez más profundo.

Es curioso como dejar a una persona con la que has estado tanto tiempo se parece tanto a un accidente de tráfico. De pronto te ves un obstáculo, un problema, y tiras del freno de mano. Entonces un derrape emocional te hace perder el control del vehículo de tu vida y te lanza contra el quitamiedos. Y es cuando todo comienza a moverse a cámara lenta.
Los segundos se volvieron infinitos, sus gritos e insultos se escuchaban amortiguados, como si alguien le hubiese dado el botón del mute en el mando a distancia del universo.
Sus labios gesticulaban con lentitud, sus lágrimas recorrían sus mejillas sin prisa desembocando en el cementerio de sentimientos de la comisura de sus labios.
Estaba dolida. Se sentía ultrajada y ofendida. Siempre pensó que ella sería quien decidiría cuándo cortaría la relación.
Giró la cabeza con brusquedad, pero yo lo seguía viendo todo a cámara lenta. Observando impasible como yo mismo había detonado aquella bomba y demolido mi vida.
Salió de la habitación dando grandes zancadas.
Cerró de un portazo la puerta.
El estruendo causado por el golpe se escuchó terriblemente fuerte y sincero. Se escuchó como un solitario trueno en una silenciosa noche de tormenta.

De pronto pareció haberse detenido el tiempo por completo, me sentía conmocionado. Y cuando volví a la realidad y el tiempo se hubo reanudado… Sentí todo el paso del tiempo de golpe. El tic-tac del reloj resonaba en mis oídos como martillazos. De pronto me sentí agotado.
Cerré los ojos y deje pasar el tiempo a una velocidad de vértigo.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Breve reflexión del día #2

Soy una persona a la que le agobia estar quieto, estático. Tengo claustrofobia mental, necesito estar siempre pensando y trabajando en algo nuevo. Quizás por eso me guste tanto escribir. Quizás por eso nunca termino un libro sin antes empezar uno nuevo. El término de las cosas, el final me aterra.
Por esta necesidad de estar siempre en movimiento, estar siempre en órbita al rededor del mundo de las Ideas de Platón, decidí comenzar un nuevo proyecto. Un concurso de microrrelatos. Para animar a los que, como yo, quieren que sus escritos sean leídos. Al fin y al cabo ¿ese es el objetivo de todo artista, no? Compartir su obra.
Y en el fondo se que hay algunos motivos egoistas, afan de gloria y reconocimientos. Pero somos humanos.
Sin embargo, estoy seguro de que encontrar una obra tuya a la vista de todos es uno de los mayores placeres de ser artista.



Y me agrada ver como en tan solo unas horas el concurso ya ha movilizado a algunos, me alegra saber que el "I Concurso de Microrrelatos #MicroOlorALibro" ha motivado a personas a escribir unas breves lineas.
Puede que a algunos os parezca poco. Que 123 caracteres no tienen relevancia alguna, que lo hace cualquiera. Pero con pocas palabras se empiezan las mayores historias.
Y debo decir, que escribir un microrrelato es mucho más difícil que escribir una novela. Al contrario que en una novela, aquí tienes un espacio limitado para tu imaginación. Y créeme, condensar un sentimientos en pocas palabras es una utopía.

Pero estoy feliz, que demonios. La gente se anima, el corazón de la literatura late cada vez que alguien decide escribir unas lineas.
Me alegra ver que el mundo no esta paralizado, que sigue girando. Siento un poco menos de miedo.

Con todo esto quiero decir que somos nosotros quienes movemos el mundo, todos somos importantes.

Muñeco de trapo

Se siente tan frío el vacío de la soledad. Estoy al fondo de la estantería, polvoriento y abandonado, hace tanto que estoy aquí que ya ni lo recuerdo.

Soy un muñeco viejo, un objeto apartado. No soy más que la forma física de unos recuerdos olvidados. Me siento solo, ya no me agarras. No juegas conmigo ni me zarandeas.
Me deshilacho, mi relleno de algodón se me escapa entre las costuras descosidas de mi pecho.
No tengo corazón, nada late en mi interior. Pero echo de menos cuando jugabas conmigo.
Quiero volver a vivir, pero nunca he estado vivo. A pesar de que me ponías voz y alma cuando jugabas conmigo. No puedo moverme, no puedo respirar, no puedo tocar, no puedo sentir nada más que esta abrumadora soledad. Solo puedo observar el mundo mutable de mi alrededor con mis ojos de plástico. Ya casi no tengo color.

Me has olvidado, no has vuelto a pensar en mí. Pero me gustaría que recordaras esas veces que siendo un infante me lanzabas al techo y me hacías sentir volar.
Cuando jugabas conmigo, yo era un pobre soldado y tú el valeroso capitán.
Me abrazabas mientras dormías y las pesadillas te perseguían, pero si despertabas me mirabas y sabías que yo las espantaría. Quiero que me vuelvas a abrazar mientras duermes.
Quiero que recuerdes tu pasado, quiero que me recuerdes. Quiero que por un momento me agarres y ver en tus tristes ojos de adulto el brillo de la mirada de aquel niño que prometía que nunca me abandonaría.
Pero no me vas a escuchar, ¿verdad? Solo soy un muñeco de trapo.

martes, 17 de marzo de 2015

Breve reflexión del día

A veces me gusta tomarme un momento para pensar en la gente y fauna de Internet. Sin duda opinar y hablar de una persona detrás de una pantalla, de manera anónima, le da valor al más cobarde.
Internet es al cobarde lo que el corazón del Mago de Oz al León. Creen que lo necesitan.
Pero a la vez el anonimato es su talón de Aquiles, ya que sin él pierden el coraje y vuelven a ser meros mortales.
Es curioso como a la gente le gusta humillar, insultar y difamar a otras personas solo con el objetivo de alimentar su ego y subir su autoestima.
Deben estar muy aburridos para llegar al extremo de llamar la atención de esta manera. Ganar esa batalla imaginaria que solo ocurren en sus cabezas es su pan del día a día.
Este ritual de egolatría es parte de la idiosincrasia de la fauna de Internet.


Está de más a estas alturas ofenderse por estos entes que dedican sus ratos libres a regurgitar improperios con afán de autocomplacencia. Si tratas de razonar con ellos, quizás de buscar una disculpa por su inapropiada forma de hablar sin saber, te atacaran con la excusa de su “derecho de expresión”

Y con esto termino ya mi breve reflexión. A todos los que ignoran que su libertad acaba donde comienza la de los demás solo tengo algo que deciros: Si, tienes derecho a hablar de lo que quieras y de expresarte. Pero yo tengo derecho a ignorarte, no te ofendas si tus comentarios son pasados por alto.


Seguramente, tú que lees esto, creas estar por encima de esta fauna. Pero créeme si te digo que en algún momento tú lo has hecho también.

No voy a pararme a juzgar a cada persona que emplea su tiempo en regocijarse en el insulto al prójimo. Es decir, ¿quién soy yo para criticar a los demás, si yo también baile la Macarena?

lunes, 16 de marzo de 2015

Malas Pulgas

La ciudad es un lugar extraño donde caerse muerto, no comprendo muchas cosas de este complejo mecanismo que es la sociedad humana. Las personas son de lo más curiosas y, aun siendo todas y cada una de ellas un mundo por descubrir, siguen unos patrones.
Vivir en la calle te da la oportunidad y el tiempo necesario para observar estos patrones de conducta y yo, tumbado en la acera rascándome detrás de la oreja, soy uno de esos que les gusta observar.

Mientras algunos te patean para apartarte de su camino con desprecio, otros te ofrecen algo de comida y una sonrisa, otros te ignoran y te esquivan sin siquiera mirarte, y unos pocos incluso tratan de ayudarte.
Deambulo por las calles buscando un lugar en el que cobijarme y sobrevivir una noche más. Rebusco entre los contenedores algo que comer.
Las personas no se preocupan por sobrevivir, no viven en la calle, viven en sus casas lujosas con techo y comida donde no tienen que preocuparse por seguir vivos. Yo sí.
A veces los más jóvenes, más inocentes, se acercan a mí para acariciarme la cabeza. Yo les suelo lamer las manos como muestra de agradecimiento. Y no tardan ni dos segundos las madres de estos niños en apalearme y gritarle a su hijo que no se acerque a mí.

Nací como un perro callejero, hijo de una perra callejera y de un perro callejero. No somos pocos, poblamos las calles de la ciudad y las perreras donde morimos si no nos adoptan. A los ojos de la mayoría de las personas no somos más que una plaga.
De joven soñaba ilusionado que alguna familia me acogería. Pero eso no está dentro de sus patrones, normalmente. Es raro encontrar una persona bondadosa que acepte cuidar de un perro callejero. Prefieren comprar un perro de raza, caro y que les dé un mayor estatus a ojos de los demás.

Las personas son complejas, vivir en la calles es difícil y ser un perro callejero es duro; es lo único que puedo asegurar que he aprendido en mi corta existencia en este caótico mundo. Ahora me tumbaré entre contenedores de basura a esperar mi muerte y que mi cadáver lo devoren las ratas.

ZONA ZERO #1

Algunos datos como apellidos y año de los siguientes informes han sido censurados para la protección de los implicados.


Avistamiento 1: Zona Zero
Jueves, 13 Octubre de ■■■■■■
03:41 a.m.


Esta madrugada dos lugareños de ■■■■■■, un pueblo cercano a la Zona Zero, han avistado un Objeto Volador No Identificado. En primera instancia no les hemos dado crédito, hasta que más civiles han anunciado que vieron el objeto, definido como “una luz verde y azul muy brillante surcando los cielos como una centella”, sobre la misma hora.
Hemos iniciado la investigación, algunos civiles tomaron pruebas fotográficas del incidente, pero no aportan ninguna información. La investigación pronto comenzará a complicarse en cuanto la noticia se empiece a expandir y todos digan que lo vieron.
Hemos entrevistado a los hombres que parecen ser los primeros en informar de lo sucedido. Ambos son dos hombres mayores, Luis ■■■■■■ y Ricardo ■■■■■■, de 54 y 56 años respectivamente.
Les tomamos las declaraciones por separados, para contrastar que no sea todo un invento.


-Luis ■■■■■■
Veníamos de la campiña y nos dirigíamos a nuestras casas cuando escuchamos un silbido muy agudo y miramos al cielo. Entonces vimos una luz muy brillante, más grande que una estrella, surcando el cielo en dirección norte. Duró un segundo, pero avisamos rápido a las fuerzas de seguridad pensando que estábamos siendo atacados o que había empezado una guerra.


-Ricardo ■■■■■■■
Nos dirigíamos al pueblo y escuchamos un ruido muy agudo. Entonces Luis y yo miramos al cielo y vimos una luz cruzando el cielo más rápido que un avión, dirigiéndose al noroeste. Todo pasó muy rápido y nos asustamos pensando que nos atacaban era un misil o algún arma extraña, entonces llamamos a las fuerzas de seguridad.


La declaración de ambos hombres tiene sentido y no parecen que lo hayan ensayado o inventado. Vamos a archivar el caso por ahora y abriremos una línea de investigación si vuelven a darse casos de avistamientos en la Zona Zero, conocida por ser un lugar de avistamientos OVNI durante los años 20. Hay que asegurarse que no vuelve a ser especulación del público o casos reales.

domingo, 15 de marzo de 2015

A de Amor


Ana ama a Aarón.

Le ama más que las abejas el volar, el alzar sus alas y abrazar las amapolas.
Ana ama a Aarón, pero Aarón ama a otra amada.
Ana a veces alza la mirada, anhelando abrazar a su amado Aarón y, amedrentada su alma, inhala los aires de su caminar.
Ana ama a Aarón, pero él ya ama a Anastasia, la chica de la falda amarilla y ataviada con ropas de gala.
Las cartas de amor escritas por Ana nunca serán entregadas a Aarón por falta de valor y falta de confianza.
Ana ama a Aarón, pero Aarón jamás sabrá nada.

Seda y cuero

Tener los ojos vendados y estar atada tiene sus ventajas: Todo se siente más… intenso. 
Y ahí me encontraba yo, sin ver nada. 
Sintiendo su lengua recorrerme cada parte de mi cuerpo con lujuria, los golpes con la fusta en mis redondeadas nalgas y el sudor recorriendo mi piel.
 Estábamos unidos por sensaciones contradictorias. 
Placer y dolor. 
Amo y sumisa. 
Éramos… como la seda y el cuero. 

Navidad

La Navidad quedó atrás, hace tiempo que pasó y queda mucho para que vuelva a llegar. Aun así, os dejo este relato que escribí una tarde en la víspera de la Navidad.


Recuerdo aquel día como si fuera ayer, yo por aquel entonces era un jovencito de ocho años emocionado por el espíritu navideño de aquellas fechas tan marcadas.
Corría la tarde de 24 de Diciembre de 1982, yo estaba asomado a la ventana del salón de mi casa, en una sexta planta, esperando la suculenta cena que nuestra madre nos preparaba a mí y a mi padre.
Éramos una familia pequeña, los abuelos vivían en el pueblo, lejos de la ciudad, y no conocía a mis tíos. De modo, que por lo general, la cena de noche buena solo era para nosotros tres, en la mesa del comedor siempre había una silla vacía frente a mí y yo deseaba que algún día ese hueco lo pudiera llenar un hermanito o hermanita.
Mi padre charlaba con el vecino sentados en el salón, bebiendo vino y fumándose unos puros que le habían traído a Don Méndez, mi vecino. Mientras ellos hablaban sobre el nuevo presidente, un tal Don Felipe, yo observaba el cielo nublado de Madrid, cuando comenzó a nevar. Me emocione muchísimo, a pesar de que la semana anterior ya había nevado. Pero aquellos copos de nieve tenían algo mágico, seria porque yo esperaba emocionado la llegada de Papá Noel aquella noche, la primera vez que oía hablar de aquel señor gordo, con barba blanca y vestido de rojo que entraba por las noches a dejar regalos a los niños que se portan bien.

-¡Papá, señor Méndez! ¡Mirad! ¡Mirad!
-¿Qué te ocurre ahora, jovencito? –reía Don Méndez
-¡Es nieve, mirad!
-Sí, sí que es nieve hijo. Eso es porque esta noche viene ese Papá Nobel a traerte regalos, y trae consigo la nieve –dijo su padre
-¡Es Papá Noel, no Nobel! –le corregí yo riéndome.
-Bueno, eso. Recuerda que esta noche tienes que acostarte temprano si quieres que venga a visitarte.

Mi madre apareció en el salón de pronto, con su delantal blanco de flores estampadas, manchado de comida al igual que sus manos de haber estado preparando la cena.
Nos miró fijamente a ambos y dijo.

-Ernesto, se me ha acabado la cebolla y algunas cosas más. Me llevo al niño para que me ayude con la compra, ¿vale?
-Vale, cariño. En la entrada hay dinero, coge lo que necesites –mis padres se sonrieron mutuamente y yo seguí a mi madre a la calle, tras cerrar la ventana del salón.

En la calle se respiraba el ambiente navideño, la gente hacia las compras, todos abrigados y con bufandas, villancicos, campanas, el agobiante ambiente de la ciudad a mí me calmaba como un sedante, y yo como tantos otros niños iba de la mano de mi madre mientras ella se detenía a hablar con cada vecina que se encontraba. Los niños nos lanzábamos miradas de condolencias por tener que seguir a nuestras madres a todos lados, sin saber muy bien a dónde nos dirigíamos.
Ella entro en la frutería a por sus compras y yo me quede en la esquina pateando una lata, en una de las patadas la mandé hacia un callejón. Fui a recuperarla y me encontré a un mendigo recogiendo la lata y metiéndola en un carrito de la compra que cargaba, lleno de latas vacías. Era un anciano de larga barba blanca, sucio, con frío y hambre. Vestido con ropas harapientas y rasgadas, varias capas de jerséis y chaquetas y unos zapatos sin suela.

Mi tierna mirada infantil se encontraba con su mirada llena de experiencias y desventuras. Y me sonrió, yo le devolví la sonrisa.
Mi madre salió de la frutería cargada de pesadas bolsas, y vino hacia mí agarrándome fuerte de la mano mientras me insistía en que nos diésemos prisa en volver.
Yo no apartaba la mirada del mendigo que se alejaba en aquel oscuro callejón, buscando algún lugar cálido en el que pasar la noche. Llegó la noche, y con ella la cena. Estábamos sentados en la mesa comiendo, yo estaba ensimismado en mis pensamientos, en aquel mendigo, preocupado por qué haría para sobrevivir en la gran ciudad una noche más. Y eso llamó la atención de mis padres.

-¿Qué es lo que te preocupa, jovencito? Se te va a enfriar la comida –dijo mi padre algo molesto
-No es nada… es solo que, ¿es muy tarde para cambiar mi regalo? ¿Se enfadará Papá Noel?
-¿No quieres ya esa bicicleta nueva?… dinos que es lo que quieres y veremos que se puede hacer.
-No… ya no quiero la bici, quiero otra cosa. Quiero ayudar a aquel mendigo del callejón, y que cene con nosotros

El silenció se hizo en la mesa, mis padres se miraron con los ojos como platos, me mandaron a mi cuarto mientras ellos hablaban sobre el asunto. Escuche como la puerta de la casa se cerraba. Pasaron varios minutos, casi una hora. Yo pensaba que les había enfadado que decidiera cambiar de regalo, me sentía castigado. Pero, tras esa larga espera, mi madre finalmente abrió la puerta de mi cuarto. Me dijo que fuese al comedor, que la cena se enfriaba. Yo, extrañado, me dirigí allí y para mi sorpresa, sentado en el hueco que siempre quedaba vacío frente a mí estaba aquel mendigo, sonriéndome agradecido.
No recuerdo una cena de Nochebuena más alegre que aquella, nos contó muchísimas cosas, historias alegres, historias tristes, divertidas, misteriosas… un sinfín de relatos que nos alegraron aquella noche.
Finalmente, cuando le acompañamos hasta el portal y aquel mendigo se estaba marchando con su carrito lleno de latas. Se giró y nos gritó “¡Feliz Navidad!” acompañado de una alegre risotada, algo así como un “Jo, jo, jo”

Y aquella fue, sin lugar a dudas, la mejor Navidad que puedo recordar.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Hace unos días me llegó un e-mail de un viejo amigo mío, adjuntado al correo venía este informe.
He querido compartirlo con vosotros, por si acaso… ocurre lo peor.

"Nada ha vuelto a ser igual en Krater Island, desde que en el otoño de 1993 cayó aquel meteorito.
La isla no tiene más de treinta hectáreas, mayormente es todo selva tropical que crece sobre el volcán inactivo en el centro de la isla. Un pequeño pueblo, ahora abandonado, en la costa era antaño un lugar de turismo y residencia de amables personas.
Pero ahora no hay ni un alma humana en la isla, ya no se oyen pájaros ni animales en la selva.
Ahora todo aquel que osa poner un pie en la tierra de aquella isla, desaparece por siempre.
A pesar de estas escalofriantes leyendas, mi equipo y yo hemos decidido visitar la isla y documentar todo lo ocurrido desde la caída de meteorito. Aquel meteorito no debía ser muy grande, ya que no causo demasiados daños a la isla. Cayó en algún punto de la selva al norte de la isla. Estamos a tan solo unas horas de llegar al puerto en nuestro barco.
Un extraño presentimiento me angustia, pero no quiero decirlo. Mi equipo está bastante asustado como para fomentar más su miedo con absurdas supersticiones.
Hemos llegado a la isla. En principio todo parece normal, solo un poco tétrico el pueblo fantasma en el que nos encontramos. Preparamos todo nuestro instrumental y la cámara para filmar todo el estudio del meteorito. Nos montamos en un jeep y nos dirigimos a la zona.
El meteorito es increíble, no es mayor que un coche, y para su tamaño ha causado unos estragos mínimos. Cualquiera diría que más que caer del cielo, parece que se ha posado con cuidado sobre la selva.
No somos capaces de identificar el material que lo compone, emite baja radiación, pero no parece haber afectado a la naturaleza de alrededor.

Están ocurriendo cosas extrañas, dos de los siete que éramos han desaparecido. Estamos volviendo al barco para reportar lo…
Dios, algo nos ha tendido una trampa. Las ruedas del jeep han pinchado. No creo que pueda terminar este informe.
Había algo en el meteorito. Algo de otro mundo. No he alcanzado a verlo bien, pero tenía una forma humanoide. Esos seres sin catalogar son lo suficientemente inteligentes como para tender trampas. Parece que ellos acabaron con toda la vida de la isla.
Los seres nos están cercando. Te envió este archivo para que lo hagas público querido amigo… Cuando leas esto yo ya estaré muerto. No puedo definir el aspecto de estos seres, pero parecen salidos de la peor pesadilla inimaginable… Solo espero que no aprendan a navegar en el barco. Podrían acabar con toda la humanidad.”


Este extraño informe me lo envío mi amigo, el cual ha desaparecido desde entonces, con la esperanza de que llegue a todos. Espero que no tengamos razones para temer… Pero por si acaso, por si ocurre lo peor. Vigilen sus espaldas queridos lectores.

lunes, 9 de marzo de 2015

Breve relato #2

Él esperaba sentado en un banco, de un parque perdido en la gran ciudad, bajo la sombra de un hermoso cerezo japonés. Esperaba sentado una revelación o alguna señal que le indicase cuál era su lugar.
Su existencia carecía de sentido ─pensaba él mientras las rosadas flores del cerezo caían sobre su pelo negro─  ¿Una persona incapaz de amar es acaso una persona de verdad?
Toda una vida de soledad, errática y tediosa le hacían sentirse incompleto. Un puzle sin acabar, un cubo de Rubik a medio terminar , una canción sin escuchar o una historia sin final.
Un anciano se sentó en el banco a su lado.

─ Hermoso árbol ¿eh? ─le dijo el anciano.
─ Supongo ─contestó secamente.
─ Esta ciudad es grande, gris y fría ─continuó hablando el anciano sonriendo. ─ Yo vengo de un pueblo pequeño y escondido a la sombra de una montaña. ¿Te gustaría oír una curiosidad sobre las ciudades grandes, grises y frías como esta?
─ Oiga, abuelo… ─comenzó a reprenderle para que le dejase tranquilo, ya que no le agradaba las compañías indiscretas
─ Son desiertos emocionales ─continuó hablando el anciano sin escucharle. ─Pero, como en todo desierto, tienen oasis de belleza. Este parque es uno de esos oasis de belleza, este árbol tiene muchos años y le ha dado cobijo con su sombra a tantos otros, que como tú, buscaban su lugar.
─ ¿Qué trata de decirme?
─ Lo que intento decirte, es que en las ciudades uno se suele sentir solo a pesar de estar rodeado de gente. A veces uno es incapaz de encontrar su lugar, a veces uno siente que no es capaz de amar. Contagiado, quizás, por el ambiente desértico de las ciudades donde nadie mira por nadie. Pero, ¿quieres oír un secreto? ─dijo el anciano mirándole─ Todos los seres vivos de este mundo amaran al menos una vez en su vida antes de morir. Créeme, nadie esta tan solo como cree.

El anciano se levantó y se fue del parque con su lento y feliz andar.

Aquel extraño anciano que pareció salir de la nada dijo las palabras que su corazón ansiaba oír. Se levantó del banco y miró detenidamente aquel cerezo. Definitivamente era hermoso. Y sonriendo con sinceridad, por primera vez en su vida, decidió no rendirse y amar al menos una vez en su vida.

Breve relato #1

Él esperaba sentado el diagnóstico del doctor. ¿De qué otra manera iba a esperar si llevaba siete años atrapado en aquella silla de ruedas?
Tras el accidente de tráfico no volvió a ser el mismo, desde que aquel todoterreno blanco le golpeó. Él conducía su ciclomotor y fue lanzado por el impacto contra un escaparate de cristal a más de cincuenta kilómetros por hora.
Desde entonces estaba en rehabilitación, tratando de volver a caminar poniendo todo su empeño. Pero aquellas sesiones solo habían sido una serie de fracasos a cada cual más deprimente. Él no avanzaba y sus pies seguían pesando como el plomo.
Cada pocos meses visitaba al doctor, para hacerse análisis y pruebas médicas, con la esperanza de presenciar un pequeño milagro.
El doctor le miró fijamente mientras suspiraba y se rascaba su canosa barba.
─Debo decirle, señor ─dijo el doctor mientras se quitaba sus gafas y las colocaba en el escritorio─ que las pruebas no detectan ninguna mejoría… Lo único que puedo aconsejarle es que siga asistiendo a rehabilitación y se siga esforzando.
Aquellas palabras le cayeron como un cubo de agua fría por la cabeza, no podía creer que después de siete largos años no hubiera ningún cambio. Cada vez que visitaba el hospital, para recibir la misma noticia, salía de allí desanimado, arrastrándose como alma en pena. Sin esperanzas.
Pasó el tiempo y él dejo de asistir a rehabilitación, cansado de ver cada día su fracaso. Se quedó encerrado en su casa, observando desde su ventana el limonero del jardín. Observó como una oruga se movía lentamente, alimentándose de las hojas del árbol, a diminutos pasos que parecían que no le llevarían a ningún lugar.
Sonrió taciturno al sentirse identificado con aquel insecto.
Poco después vio como la oruga se volvía crisálida quedándose quieta y en apariencia inerte. Al igual que él en esos momentos, en su crisálida emocional alejado del resto del mundo.

Y llegó el día en el que la mariposa salió de su cárcel de seda, y alzó el bello vuelo que otorgaba una vida dura de sufrimiento y paciencia.
Él se animó un poco y volvió a asistir a las terapias de rehabilitación.
Entonces, ocurrió.
Después de siete largos años, agarrado con fuera a los soportes metálicos de la sala de rehabilitación junto a la ayuda de su terapeuta, lo hizo.
Noto el peso de su cuerpo balancearse de una pierna a otra, y dio un pequeño paso. Y aquel pequeño paso fue el comienzo de un largo camino que le quedaba por recorrer, un largo camino que acaba de empezar y del que había logrado recorrer un pequeño paso.

Aquel era un pequeño paso hacia la felicidad.

miércoles, 4 de marzo de 2015

El Vacío

El Vacío

Era una agradable y cálida noche de primavera en una bulliciosa ciudad, los coches pasaban como estelas fugaces por el asfalto de las calles, la gente paseaba admirando los escaparates de las tiendas en vísperas de la Navidad. Las calles rebosantes de actividad estaban bajo la vidriosa mirada de una adolescente que observaba la ciudad desde la azotea de un alto edificio.
La chica estaba sentada al borde de la azotea, tecleando un mensaje en su móvil.
“No puedo más. Voy a acabar con todo esto ya”
La joven de no más de quince años vestía su uniforme escolar de colores grises y su larga melena pelirroja recogida en dos coletas a los lados de su cabeza.
La adolescente se puso en píe mirando al vacío con sus verdes ojos, de los cuales brotaban ríos de lágrimas que mojaban y enfriaban su pálida tez salpicada de pecas.

Llevaba años sumida en una profunda depresión. La presión del instituto, las constantes burlas de los crueles compañeros de clase y la complicada convivencia en una casa con una familia rota por la dolorosa separación de sus padres eran solo uno de los tantos problemas que tenía, la punta del iceberg. Se sentía sola, perdida, sin amigos, sin nadie en quien confiar, odiándose a sí misma al verse tan frágil y débil.
Miró la pantalla de su móvil, sin saber a quién enviar el mensaje, de modo que seleccionó un contacto al azar de la su agenda, sin siquiera mirar quien era.
Tiró su móvil al suelo de la azotea.
Miró hacia abajo y respiró hondo, sin atreverse del todo a dar un paso al frente aun.
El destino quiso que quien recibiera el mensaje fuera un chico de aquel mismo edificio, que poco antes la miró extrañado al verla subir a la azotea.
Era un chico de su edad, alto, atlético, tenía muchos amigos y su aspecto encantador enamoraba a las chicas, que caían rendidas ante su pelo rubio y sus ojos azules
Aquel joven no la conocía muy bien, estuvo en su clase el curso anterior y nunca hablaron mucho. La curiosidad le pudo al leer aquel mensaje tan perturbador y subió a la azotea a husmear.
Al llegar arriba, la vio. De pie al borde de la azotea.
Justo cuando la chica decidió acabar con su vida y saltar, el joven se abalanzó sobre ella agarrándola de la mano, impidiendo que se suicidara. Salvándola en el último instante.
La alzó y tumbó a la chica en el suelo de la azotea, mientras ella lloraba y él la miraba confundido.
─ ¿Por qué? ─gimoteó ella
El chico seguía mirándola atónito sin ser capaz de hablar, aun descompuesto ante la alocada vivencia que acababa de ocurrirle. Había salvado a aquella chica y no sabía que decirle.
─ ¿Por qué me lo has impedido? ─grito la chica mientras lloraba.
El chico la abrazó y le susurró al oído

─ Porque el mundo no es tan cruel como puede parecer…

La Dama de Noche

Cada noche sueño con ella. Debe ser una especie de ángel, ya que su hermosura es casi indescriptible, aun así intentaré acercarme a una ínfima parte de su belleza.
Cada vez que sueño con ella lo primero que veo son sus sensuales ojos, grandes, penetrantes y de un extraño color purpura. Sus labios carnosos de color rojo sangre destacan sobre su pálida piel, y del mismo rojo son sus largas y afiladas uñas, con las que deseo que me desgarre el alma. Sus orejas puntiagudas y sus colmillos superiores, ligeramente más largos de lo normal, le dan un aire misterioso y exótico.
Ella porta una larga melena roja, como sus labios y sus uñas, que le cubre hasta la curva de sus caderas. Entonces es cuanto reparó en un par de alas negras que brotan de su espalda, a la altura del musculo trapecio de su espalda. Puede desconcertar, pero en ese momento no me parecían extrañas ni me producían ningún tipo de repulsión.
Es más, prácticamente no me fijaba en sus alas, ya que mi mirada se posaba en cada seductora parte de su cuerpo. En sus largas piernas, en su firme y redondeado trasero, en la exagerada curva de su cadera, en sus exuberantes pechos, en sus delicadas manos, en sus seductores pies y en su abdomen firme y delgado.
En cada sueño ella se acerca un poco más a mí, que estoy postrado en la cama, desnudo, sin poder moverme. Cada noche estamos más cerca del culmen sexual. Cada noche siento más miedo y más ansía por tenerla pegada a mí.

Anoche soñé con ella, jamás estuvimos tan cerca, ella estaba sobre mí agitando su melena como si una infinita brisa la sacudiera, me miró y me sonrió. En el momento más excitante, en el clímax de la situación, cuando estábamos a punto de unirnos (en el sentido más amplio de la palabra) desperté.
Cada vez que despierto estoy más cansado, me noto cada vez con menos fuerza, como si cada despertar me restase diez años de vida… Nunca había estado tan cansado como cuando desperté esta mañana, casi no podía respirar.
Esta noche soñaré con ella, con la dama de noche. Ángel o súcubo, ¿Qué más da?
Esta noche soñaré con ella y no despertaré, nunca más.