Me pregunto ¿ por qué lo llamo "Breve reflexión del día" si lo escribo de noche?
...
En fin. No importa, hoy vengo a reflexionar sobre un asunto que acabo de ver en Twitter. A exponeros mi opinión y si os place abajo tenéis la caja de comentarios para decir lo que os venga en gana.
La situación es la siguiente: Acabo de ver un hashtag muy interesante y quizás algo controvertido. Se trata del hashtag #UnHeteroVivoUnaDesgraciaMas. Este hashtag, al que podemos clasificar como 'heterófobo', ha surgido en respuesta a otro deplorable hashtag, al cual podemos clasificar inequívocamente de homófobo, se trata del hashtag #MatarGaysNoEsDelito.
La cuestión es que mirando lo que ponía la gente he podido ver como algunas personas, presumiblemente homosexuales, opinaban que el hashtag #UnHeteroVivoUnaDesgraciaMas no ayudaba para nada a la comunidad gay y que no les representaba, mientras otros tantos escribían las típicas frases discriminatorias hacia los homosexuales pero poniendo en su lugar a heterosexuales.
Leyendo lo que escribía la gente de manera 'agresiva' pude sentir ese desprecio, asco, rechazo y discriminación que sin duda sienten los homosexuales ante la misma actitud, que se representa en ese hashtag, por parte de algunos heterosexuales.
Ese 'fomentar el odio' hacia la comunidad heterosexual por parte de los homosexuales podría parecer en primera instancia una actitud nociva, ya que lo ideal sería no crear barreras entre las personas si no aceptar que cada persona es diferente, que el libro de los gustos no esta escrito y que todos pertenecemos a una misma comunidad de seres humanos. Lo ideal seria romper las barreras del odio que nos separan, y parece que ese hashtag solo crea muros mas altos... ¿o no?
De hecho, creo que el hashtag #UnHeteroVivoUnaDesgraciaMas ayuda a derrumbar esas injustas fronteras entre humanos, creo que es bueno que la gente heterosexual (respeten o no a la comunidad homosexual) lea lo que la gente pone en ese hashtag y sientan ese desprecio. ¿Y por qué? os preguntareis.
Pues por el simple hecho de que sentir ese desprecio es un estupendo ejercicio de empatía, que sin duda ayuda a comprender mejor porque existe un día del Orgullo Gay y no un día del Orgullo Hetero. Porque la verdad es que no existe ningún Orgullo en ser hetero, y no existe porque los heteros no han tenido que luchar contra la discriminación, porque es una condición sexual que nunca ha sido castigada y nunca fue tachada de 'antinatural'.
Sencillamente creo que ese rechazo, real o no, ayuda a que nos entendamos mejor y consigue acercarnos mas entre nosotros como individuos.
domingo, 12 de junio de 2016
Oda al Automegusta
El automegusta, la paja del ego.
No te avergüences si eres de los que le dan me gusta a sus propias fotos en Instagram, cuando llevas suficientes como para que no se vea quien le ha dado, obviamente. Porque siendo números, y no nombres, ¿quién se va a dar cuenta?
O si eres de los que le dan me gusta a sus propios tweets, en pos de rellenar ese vació existencial provocado por pasar inadvertido entre la gran masa de conciencias que forman Internet. No te avergüences por darle me gusta a tus propios comentarios ingeniosos para intentar meterle chicha al asuntos y con suerte provocar alguna que otra interacción, con el objetivo de satisfacer tu propio ego claro.
No te avergüences porque los automegusta son al ego lo que la masturbación al libido. Nos ayuda a no cometer locuras como apuntarnos a eDarling. El automegusta nos ayuda a ser mejor persona, porque si no te quieres tu... ¿Quién te va a querer?
El automegusta siempre viene bien para equilibrar la balanza. Es decir, siempre viene bien porque 1000 likes se ve mas bonito que 999, ayuda al equilibrio y la simetría de las redes sociales. Es el yin y el yang de nuestras vacías vidas que aspiran a llamar la atención de los demás.
Y no te avergüences, es tu propia naturaleza. A fin y al cabo el ser humano es el mayor onanista de su soberbia por excelencia. Somos así, pajilleros de la arrogancia, como jodidos mandriles que en lugar de estimular nuestro órgano reproductores, estimulamos nuestra autoestima buscando el halago, el compañerismos y la confianza del resto. Siempre desde un punto de vista totalmente egoísta ya que lo único que buscamos es que se reconozcan nuestros méritos, y lo necesitamos. Y al igual que pasa con la masturbación, que esta mal vista, el que diga que no busca el reconocimiento ajeno por puro egoísmo. Miente. Todos lo hacemos, esta en nuestra naturaleza social.
Y yo digo si: ¡Si al automegusta!
¡Si a la masturbación del ego!
No estais solos, joder.
No te avergüences si eres de los que le dan me gusta a sus propias fotos en Instagram, cuando llevas suficientes como para que no se vea quien le ha dado, obviamente. Porque siendo números, y no nombres, ¿quién se va a dar cuenta?
O si eres de los que le dan me gusta a sus propios tweets, en pos de rellenar ese vació existencial provocado por pasar inadvertido entre la gran masa de conciencias que forman Internet. No te avergüences por darle me gusta a tus propios comentarios ingeniosos para intentar meterle chicha al asuntos y con suerte provocar alguna que otra interacción, con el objetivo de satisfacer tu propio ego claro.
No te avergüences porque los automegusta son al ego lo que la masturbación al libido. Nos ayuda a no cometer locuras como apuntarnos a eDarling. El automegusta nos ayuda a ser mejor persona, porque si no te quieres tu... ¿Quién te va a querer?
El automegusta siempre viene bien para equilibrar la balanza. Es decir, siempre viene bien porque 1000 likes se ve mas bonito que 999, ayuda al equilibrio y la simetría de las redes sociales. Es el yin y el yang de nuestras vacías vidas que aspiran a llamar la atención de los demás.
Y no te avergüences, es tu propia naturaleza. A fin y al cabo el ser humano es el mayor onanista de su soberbia por excelencia. Somos así, pajilleros de la arrogancia, como jodidos mandriles que en lugar de estimular nuestro órgano reproductores, estimulamos nuestra autoestima buscando el halago, el compañerismos y la confianza del resto. Siempre desde un punto de vista totalmente egoísta ya que lo único que buscamos es que se reconozcan nuestros méritos, y lo necesitamos. Y al igual que pasa con la masturbación, que esta mal vista, el que diga que no busca el reconocimiento ajeno por puro egoísmo. Miente. Todos lo hacemos, esta en nuestra naturaleza social.
Y yo digo si: ¡Si al automegusta!
¡Si a la masturbación del ego!
No estais solos, joder.
domingo, 1 de mayo de 2016
Breve reflexión del día #8
Hace tanto que no escribo aquí... Bueno, ni aquí ni en ningún lado. Hace tanto que no saco mis pensamientos a la luz que creo que han comenzado a pudrirse.
A veces siento que las cosas que pienso son como un yogur, acabará caducándose si no lo uso.
En fin, solo quería hablar del mundo y la sociedad. Llevo una temporada en cierta "soledad", toda la soledad que una persona pueda tener en un mundo en el que estamos más conectados de lo que queremos creer. Y en esta temporada alejado de las personas, he podido respirar más, pensar más por mi mismo. Y es lógico, os lo explico:
Tal y como nos comportamos socialmente, somos autómatas. Estamos conectados entre nosotros y somos unos perezosos, demasiados "ocupados" como para pensar por nosotros mismos y nos aferramos a la opinión que otra persona nos da, nos ahorramos pensar por nosotros mismos. Vemos las películas que nos dicen que veamos, leemos los libros que nos recomiendan, escuchamos la música que nos dicen que esta de "moda", hacemos lo que todos hacen porque nos dicen que es lo correcto. De hacer lo contrario, de actuar por ti mismo, probablemente te dejen de lado.
Y quizás sea por esta imposición, por esta forma de actuar en sociedad, por la que nos hemos ido volviendo cada vez mas simples, por las que opinamos que algo es verdad solo porque así nos lo han dicho.
Alejándome de la toxicidad implícita en socializar con otras personas, me he dado cuenta de varias cosas. Sobre mi mismo y sobre la gente en general. Y os lo resumiré en 3 puntos.
Primero.
Estoy mejor solo, me planteo cuestiones que no me había planteado antes sobre mi mismo. Antes bebía para divertirme con los amigos, ahora me aburre beber y estar con los amigos. Antes me divertía salir y reír, desconectar, en definitiva: No pensar.
Creo que esto nos está aletargando, disfrutamos de no pensar. Disfrutamos de relajar el cerebro porque nos lo mantienen ocupado y en constante actividad bombardeandonos con información inútil, que no nos beneficia y que nos aleja de los verdaderos problemas creándonos necesidades irreales. ¿O crees de verdad que quedarte sin Internet en el móvil es un verdadero problema?
Segundo.
Me gusta la informática. No pretendo decir que la informática vaya de la mano con la soledad. Pero si es cierto que he dejado de escribir, de hacer vídeos y fotos para dedicarme plenamente a lo que ahora estoy estudiando y me siento muy bien conmigo mismo. Porque he encontrado algo que me llena, que siento que crezco y que siempre puedo aprender algo nuevo.
No digo que no tuviese nada que aprender sobre el mundo audiovisual, la fotografía, la música o la literatura. Tengo mucho que aprender aún. Simplemente me sentía estancado y no podía avanzar en un arte que requiere plenamente de los sentimientos, de la inspiración, de la humanidad, de transmitir. Con la informática resuelvo los problemas a través de la lógica, lo cual me hace sentir muy cómodo.
Tercero.
Vivimos en una gran mentira. La gran mentira del librepensamiento.
No es que no nos dejen pensar, es que le quitan importancia. Eres libre de pensar, de resolver grandes problemas. Pero, ¿con que motivación?
Cómo vas a motivar a una generación a estudiar medicina, ciencia, ingenieras, derecho o política; cuando descerebrados de gimnasios y chicas de gomas (en definitiva un claro ejemplo del estándar de "tronista") ganan mas dinero y méritos por hacer el gandul y apología de su ignorancia en televisión, que un joven prometedor que trata de encontrar la cura contra el cáncer.
Nos desmotivan invisibilizando a los que realmente queremos aportar algo a la humanidad. El mundo se va a la mierda, y a veces pienso que es mejor verlo arder que seguir viendo como se autoinmola culturalmente en un claro proyecto de "Idiocracia"
Con todo esto no quiero decir que vaya a dejar de escribir ni mucho menos. Es más, ahora siento mas ganas de expresarme.
Y, amigos, si queréis aceptar un consejo (no pretendo influenciaros con mi opinión) disfrutar de los breves momentos de soledad que tengáis en vuestras vidas, pensad por vosotros mismos y venid a decidme si me equivoco cuando digo que en las apacibles aguas de la soledad, los problemas se solucionan desde otra perspectiva.
A veces siento que las cosas que pienso son como un yogur, acabará caducándose si no lo uso.
En fin, solo quería hablar del mundo y la sociedad. Llevo una temporada en cierta "soledad", toda la soledad que una persona pueda tener en un mundo en el que estamos más conectados de lo que queremos creer. Y en esta temporada alejado de las personas, he podido respirar más, pensar más por mi mismo. Y es lógico, os lo explico:
Tal y como nos comportamos socialmente, somos autómatas. Estamos conectados entre nosotros y somos unos perezosos, demasiados "ocupados" como para pensar por nosotros mismos y nos aferramos a la opinión que otra persona nos da, nos ahorramos pensar por nosotros mismos. Vemos las películas que nos dicen que veamos, leemos los libros que nos recomiendan, escuchamos la música que nos dicen que esta de "moda", hacemos lo que todos hacen porque nos dicen que es lo correcto. De hacer lo contrario, de actuar por ti mismo, probablemente te dejen de lado.
Y quizás sea por esta imposición, por esta forma de actuar en sociedad, por la que nos hemos ido volviendo cada vez mas simples, por las que opinamos que algo es verdad solo porque así nos lo han dicho.
Alejándome de la toxicidad implícita en socializar con otras personas, me he dado cuenta de varias cosas. Sobre mi mismo y sobre la gente en general. Y os lo resumiré en 3 puntos.
Primero.
Estoy mejor solo, me planteo cuestiones que no me había planteado antes sobre mi mismo. Antes bebía para divertirme con los amigos, ahora me aburre beber y estar con los amigos. Antes me divertía salir y reír, desconectar, en definitiva: No pensar.
Creo que esto nos está aletargando, disfrutamos de no pensar. Disfrutamos de relajar el cerebro porque nos lo mantienen ocupado y en constante actividad bombardeandonos con información inútil, que no nos beneficia y que nos aleja de los verdaderos problemas creándonos necesidades irreales. ¿O crees de verdad que quedarte sin Internet en el móvil es un verdadero problema?
Segundo.
Me gusta la informática. No pretendo decir que la informática vaya de la mano con la soledad. Pero si es cierto que he dejado de escribir, de hacer vídeos y fotos para dedicarme plenamente a lo que ahora estoy estudiando y me siento muy bien conmigo mismo. Porque he encontrado algo que me llena, que siento que crezco y que siempre puedo aprender algo nuevo.
No digo que no tuviese nada que aprender sobre el mundo audiovisual, la fotografía, la música o la literatura. Tengo mucho que aprender aún. Simplemente me sentía estancado y no podía avanzar en un arte que requiere plenamente de los sentimientos, de la inspiración, de la humanidad, de transmitir. Con la informática resuelvo los problemas a través de la lógica, lo cual me hace sentir muy cómodo.
Tercero.
Vivimos en una gran mentira. La gran mentira del librepensamiento.
No es que no nos dejen pensar, es que le quitan importancia. Eres libre de pensar, de resolver grandes problemas. Pero, ¿con que motivación?
Cómo vas a motivar a una generación a estudiar medicina, ciencia, ingenieras, derecho o política; cuando descerebrados de gimnasios y chicas de gomas (en definitiva un claro ejemplo del estándar de "tronista") ganan mas dinero y méritos por hacer el gandul y apología de su ignorancia en televisión, que un joven prometedor que trata de encontrar la cura contra el cáncer.
Nos desmotivan invisibilizando a los que realmente queremos aportar algo a la humanidad. El mundo se va a la mierda, y a veces pienso que es mejor verlo arder que seguir viendo como se autoinmola culturalmente en un claro proyecto de "Idiocracia"
Con todo esto no quiero decir que vaya a dejar de escribir ni mucho menos. Es más, ahora siento mas ganas de expresarme.
Y, amigos, si queréis aceptar un consejo (no pretendo influenciaros con mi opinión) disfrutar de los breves momentos de soledad que tengáis en vuestras vidas, pensad por vosotros mismos y venid a decidme si me equivoco cuando digo que en las apacibles aguas de la soledad, los problemas se solucionan desde otra perspectiva.
viernes, 25 de marzo de 2016
Terror
Debe ser horrible despertarse con el estruendo del estallido de una bomba en el parque donde solías jugar de pequeño. Ese momento de pánico donde todos gritan y huyen sin saber a donde ir, paralizado por el terror de una ideología que no compartes.
Debe ser horrible ver como amigos y familiares dejan de moverse, cubiertos de sangre, polvo y fuego. La adrenalina bombeando tu corazón a una velocidad que no creías poder sentir. El inmenso ruido del silencio en tus oídos, un zumbido que no te deja pensar con claridad y deambulas entre escombros buscando una seguridad que no encuentras, buscando un refugio.
Debe ser horrible sufrir un atentado... ¿verdad?
¿Eres capaz de imaginarlo? Puedes preguntarle a una de esas personas que lo han sufrido en Bruselas o París, te contaran una historia que no quieres oír, te podrás sentir cerca de aquel terror pero nunca sabrás lo que sintieron esas personas un día de sus vidas que les marcará para siempre.
Si... podrías preguntarle a ellos. O podrías preguntarle a alguno de esos refugiados a los que les niegas el paso. A una de esas personas que han vivido ese terror día tras día y tratan de escapar de aquel infierno.
Pregúntales a aquellos que sacaron fuerzas para huir de la parálisis, el miedo e hicieron uso de su adrenalina para buscar un lugar seguro, lejos de los escombros de aquel parque donde un día de pequeños solían jugar.
Podrías preguntarle a esas personas que huyen de la guerra.
Pero, ¿para qué, verdad? Esta tan lejos de nosotros, no es como París o Bruselas, no importan tanto ¿no? No saques pancartas para defender a aquellas personas que buscan refugio lejos de sus hogares por puro terror. No te esfuerces en ayudar al necesitado. Tienes el cielo ganado por gritar bien fuerte con tus #PrayForParis o #PrayForBruselas en las redes sociales. Tienes el cielo ganado con la bandera de dichos países en tu fotos principal de Facebook. No te preocupes, estas salvado.
No como aquellos que buscan refugio y que quieres devolver al infierno.
Debe ser horrible ver como amigos y familiares dejan de moverse, cubiertos de sangre, polvo y fuego. La adrenalina bombeando tu corazón a una velocidad que no creías poder sentir. El inmenso ruido del silencio en tus oídos, un zumbido que no te deja pensar con claridad y deambulas entre escombros buscando una seguridad que no encuentras, buscando un refugio.
Debe ser horrible sufrir un atentado... ¿verdad?
¿Eres capaz de imaginarlo? Puedes preguntarle a una de esas personas que lo han sufrido en Bruselas o París, te contaran una historia que no quieres oír, te podrás sentir cerca de aquel terror pero nunca sabrás lo que sintieron esas personas un día de sus vidas que les marcará para siempre.
Si... podrías preguntarle a ellos. O podrías preguntarle a alguno de esos refugiados a los que les niegas el paso. A una de esas personas que han vivido ese terror día tras día y tratan de escapar de aquel infierno.
Pregúntales a aquellos que sacaron fuerzas para huir de la parálisis, el miedo e hicieron uso de su adrenalina para buscar un lugar seguro, lejos de los escombros de aquel parque donde un día de pequeños solían jugar.
Podrías preguntarle a esas personas que huyen de la guerra.
Pero, ¿para qué, verdad? Esta tan lejos de nosotros, no es como París o Bruselas, no importan tanto ¿no? No saques pancartas para defender a aquellas personas que buscan refugio lejos de sus hogares por puro terror. No te esfuerces en ayudar al necesitado. Tienes el cielo ganado por gritar bien fuerte con tus #PrayForParis o #PrayForBruselas en las redes sociales. Tienes el cielo ganado con la bandera de dichos países en tu fotos principal de Facebook. No te preocupes, estas salvado.
No como aquellos que buscan refugio y que quieres devolver al infierno.
martes, 22 de marzo de 2016
Oda a su cuerpo
En la lujuria de un beso robado, sentados en un banco de un parque abandonado, alumbrados por la tenue luz de una farola que parpadeaba, me enamoré.
Me enamoré en un segundo para el resto de mi vida, escuché mi corazón latir de nuevo y a un ritmo distinto y cambiante, como sincronizándose con el suyo.
Me resbalé por su mejilla y colgándome de la comisura de sus labios quise dormir para siempre acunado en su sonrisa. Me asusta cada tic-tac del minutero, que me resta segundos a su lado.
Caricias interrumpidas, besos a medias, palabras entrecortadas... todo completado con su mirada.
Una mirada vacía en unos ojos llenos de sentimientos.
Le arranque las alas a cada hada que revoloteaba por su jardín, esnifé el polvo para volar hasta su ventana y me quede agarrado con una mano del piercing de su labio.
Recorrí cada uno de sus lunares disfrazado de astronauta en uno de mis viajes astrales deslizando mi lengua desde su cuello hasta la linea de su escote. Me resbale entre sus pechos y, cayendo por su barriga hasta su ombligo, acabé colgándome de la goma de sus bragas.
Desde entonces le digo con una sonrisa de oreja a oreja:
"Cariño, me pasaría la noche entre tus piernas"
Me enamoré en un segundo para el resto de mi vida, escuché mi corazón latir de nuevo y a un ritmo distinto y cambiante, como sincronizándose con el suyo.
Me resbalé por su mejilla y colgándome de la comisura de sus labios quise dormir para siempre acunado en su sonrisa. Me asusta cada tic-tac del minutero, que me resta segundos a su lado.
Caricias interrumpidas, besos a medias, palabras entrecortadas... todo completado con su mirada.
Una mirada vacía en unos ojos llenos de sentimientos.
Le arranque las alas a cada hada que revoloteaba por su jardín, esnifé el polvo para volar hasta su ventana y me quede agarrado con una mano del piercing de su labio.
Recorrí cada uno de sus lunares disfrazado de astronauta en uno de mis viajes astrales deslizando mi lengua desde su cuello hasta la linea de su escote. Me resbale entre sus pechos y, cayendo por su barriga hasta su ombligo, acabé colgándome de la goma de sus bragas.
Desde entonces le digo con una sonrisa de oreja a oreja:
"Cariño, me pasaría la noche entre tus piernas"
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