martes, 24 de marzo de 2015

Breve reflexión del día #3

Voy a aparcar el blog durante una temporada. Voy a dejar de lado los relatos un tiempo. Quizás de vez en cuando, para desahogarme, publique una de estas breves reflexiones.
Y esto tiene un motivo, claro está. Yo (como tantos otros) estoy sufriendo una época de vacío existencial, y no es extraño. La inspiración se va, los problemas se acumulan y las dudas te asolan.
Soy de una generación que ha sido criada en una sociedad “sin problemas”. Yo crecí a la vez que la burbuja inmobiliaria, una época de bien para la clase obrera, una época en la que los Reyes Magos te traían lo que pedías (normalmente, en mi caso se solían equivocar en ciertos detalles), pero a fin de cuentas teníamos regalos. Salíamos todos los fines de semana, la clase media-baja era algo más apoderada y feliz.
¿Y qué pasó? La burbuja explotó y seguimos creciendo en un ambiente de crisis al que no estábamos acostumbrados.
Todos nuestros planes se basaban en estudiar una carrera y conseguir el trabajo de nuestros sueños. Ahora cada vez somos menos los que podemos permitirnos estudiar en la universidad.
Nuestros planes se han roto. Ya no sabemos qué hacer con nuestras vidas, no sabemos darle un significado.
Los más avispados y valientes se han marchado fuera del país en busca de una mejor vida. Pero los que no podemos (o no tenemos le valor) de hacerlo seguimos aquí, enfrascados en nuestro vacío existencial.
Ahora que la imposibilidad de cumplir nuestros objetivos y que no puedes trabajar tan fácilmente, como podías hacer antes si las cosas se te torcían, es algo tan real que nos hemos dado cuenta de lo inútiles y vacíos que estamos. Nuestra existencia ha perdido parte de su sentido.

¿La solución? Ojala la supiera, ojala a todos los que pasáis una racha de vacío existencial y que no sabéis que hacer con vuestras vidas os pudiera decir “haced esto”. Pero yo no tengo la solución, lo único que nos queda es seguir adelante y buscar nuestro lugar en el mundo. Todos tenemos un lugar y una razón… Solo es cuestión de dejar de centrarse en lo que no podemos hacer y buscar la manera de hacer lo que podemos hacer.

No os preocupéis si estáis pasando una mala racha. Yo tampoco tengo claro que hacer con mi vida, ni cuál es mi lugar.

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