domingo, 6 de diciembre de 2015

Me pierdo

No me hallo a mi mismo y ni mi madre, buscando, me encuentra. Ya veras como vaya yo y me pierda de nuevo. Soy el calcetín que se desempareja cuando tocan las doce y paso del vaso a la botella. 

¿Que no me entiendes? Normal, no te extrañes, si me no entiendo ni yo cuando me explico lento, pausado y despacito.
No me busques, no quiero que me encuentres, me gusta ser una sombra que cuando apagas la luz desaparece. Y te asombras de que pueda estar apoyado en la barra tan tranquilo hablando contigo y de pronto me brillen los ojos... Y ya ni de casualidad vuelves a dar conmigo.

Me gusta ser el nombre que pasa de boca en boca y luego nadie recuerda. Me gusta ser al que saludas y cuando te das la vuelta te olvidas de su cara. Me gusta presentarme dos veces, por si la primera no fue correcta.

Me gusta perderme, mi brújula no señala el norte, solo apunta a donde quiero ir. Me gusta recorrer carreteras sin mapas, volver a mi casa de casualidad y encontrarme con que ya no soy el mismo. Cada paso que doy me convierte en alguien distinto.

Me gusta la duda. El no saber que hacer. Ya me he cansado de buscar mi lugar en el mundo. Quizás no pertenezco a ningún lado porque soy de todos sitios.

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