lunes, 24 de noviembre de 2014

Connecting People

A día de hoy no hay mano humana que no esté ocupada por un smartphone. Las manifestaciones son silenciosas, pero en Twitter gritan en mayúsculas protestas de 140 caracteres. Si los likes de Facebook valiesen la mitad de la voluntad de quien se arriesga a ayudar al necesitado, ya habríamos salvado a África, pero no valen nada.

Hoy el ego no se mide por tus éxitos, si no por tus Me Gusta en Instagram, por tus visitas en YouTube y por tus bucles en Vine.
Estamos conectados, para bien y para mal.

He visto parejas perfectas cortar por una “última conexión” a las tres de la mañana. Las he visto sucumbir ante los celos provocados por WhatsApp. ¿Qué será lo próximo Mark Zuckerberg? ¿Qué tal si compras una aplicación que nos haga dejar de amar?

No hay comentarios:

Publicar un comentario